El Congreso tiene pendiente modificar ley que discrimina a militares con VIH: CNDH

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Aun con la resolución de la Corte y las recomendaciones, la legislación sigue igual Reinstalan a dos marinos luego de petición de la CNDH al Ejecutivo Rocío Sánchez México DF, enero 13 de 2009. Ahora que la Secretaría de Marina (Semar) reinstaló a dos de sus elementos que viven con VIH/sida, el Poder Legislativo tiene una “gran tarea pendiente” en modificar las disposiciones de la ley castrense que discriminan a quienes tienen esa condición, afirmó Ricardo Hernández Forcada, director del Programa de VIH/sida y Derechos Humanos de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH). En entrevista con NotieSe, comentó que el Congreso de la Unión pudo haber evitado, desde el inicio, la aprobación de la Ley del Instituto de Seguridad Social de las Fuerzas Armadas (ISSFAM), cuyo artículo 226, fracción 45, establece que las personas diagnosticadas con VIH -entre otras afecciones de salud- son “inútiles al servicio de las armas”. Dicho apartado fue declarado inconstitucional por la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) en 2007. “Desde que (el entonces presidente) Vicente Fox envió la iniciativa al Congreso, éste pudo no haberla aprobado así, pudo haberla modificado y tuvo siempre la posibilidad de hacerlo”. Sin embargo, no lo hizo, aún con la presión de las organizaciones de la sociedad civil y otros expertos que trabajan con el tema. “Ya transcurrieron los juicios en la Corte, se asentó la jurisprudencia correspondiente, se han emitido recomendaciones de la CNDH y las cosas en el Congreso siguen igual”. Ayer se dio a conocer que la Semar ordenó anular el procedimiento de baja de dos marinos a quienes se les había diagnosticado el VIH. Esto en respuesta al mensaje de notificación que el consejo consultivo de la CNDH y el ombudsman José Luis Soberanes dirigieron al titular del Ejecutivo, Felipe Calderón -el 1 de diciembre de 2008-, con el fin de que los militares que viven con VIH no sean retirados del servicio, en congruencia con resoluciones de la SCJN y los estándares internacionales en la materia. La CNDH emitió la recomendación 45/2008 por este caso el 11 de septiembre pasado, la cual fue rechazada por la Semar el 26 de septiembre. De acuerdo con Hernández Forcada, el envío de un mensaje de notificación no es un procedimiento frecuente en la CNDH, pero en este caso se contaba con elementos sólidos para apelar a la congruencia del gobierno mexicano. “Quisimos darle fuerza a la recomendación aprovechando la jurisprudencia sentada por la Corte, (además de que) el mismo presidente de la República manifestó su interés en modificar la disposición discriminatoria” de la Ley del ISSFAM. De esta forma, la CNDH argumentó que, al dar de baja a los elementos de la Marina, se estaría enviando un mensaje contradictorio. Por un lado, Calderón dice tener la intención de reformar estas disposiciones y envía una propuesta al Legislativo, y por otro lado, dependencias del mismo Ejecutivo federal siguen aplicando una disposición que la Corte determinó inconstitucional. “Teníamos muchos elementos para pensar que habría sensibilidad al tema de parte del presidente y lo que completó este entorno de posibilidad es que otra de las dependencias que están bajo su cargo, la Secretaría de la Defensa Nacional, sí aceptó dos recomendaciones planteadas con el argumento de la jurisprudencia de la Corte”. Así, Calderón Hinojosa instruyó al secretario de Marina, Francisco Saynez, a revisar el caso. En su respuesta, la Semar notificó que uno de los elementos aún no había sido separado del servicio activo, y respecto al otro, ordenó anular el procedimiento de baja y retiro. Ricardo Hernández informó que existen otras quejas en trámite contra instituciones castrenses por violar los derechos de personas que viven con VIH, y que su curso depende de la integración del expediente. La cantidad de quejas registradas contra la Sedena es muy baja, entre 6 y 7 por ciento, comparada con el 60 por ciento de los procedimientos que concentra el Instituto Mexicano del Seguro Social, lo cual está en proporción lógica debido a que la población militar es considerablemente menor a la población que se atiende en el IMSS.