Cortos de Laica 158
En muchas sociedades. donde las transformaciones de todo tipo se suceden a cada momento, donde muchos valores están repensándose y cobrando nuevos sentidos, parece imprescindible rescatar uno de los significados más profundos de la ética, el que abarca tanto lo teórico como lo práctico. La filósofa mexicana Juliana González entra a este complejo reto a través de su libro Ética y Libertad (Fondo de Cultura Económica, México, 2007). Veamos algunas de sus ideas:
No hay ética sin libertad. En la ética se encuentra implícita la libertad, o sea, la capacidad de opción, de valoración y de decisión; porque existen, de un modo u otro, alternativas y posibilidades abiertas; porque la realidad ética, en suma, es obra del esfuerzo y la lucha, del empeño y de la acción constantes y voluntariamente asumidos. La libertad es problema, es incluso el problema fundamental de nuestro saber de ser humano y de nuestro hacer.
Hay que dejar de pensar la libertad en abstracto. Libertad y necesidad son contrarios pero no excluyentes: se implican recíproca y dialécticamente. Lo que ha de invalidarse en realidad es la pretensión de absolutos, y los dualismos que de ahí resultan: absoluto determinismo (necesidad) versus absoluta in-determinación (libertad).
La libertad implica angustia, indeterminación, experiencia de soledad y de vacío real: todo ello justamente como una vivencia de carácter existencial, y no solamente como mera operación intelectual. Pero es necesario ver cómo la libertad es el verdadero fundamento de la eticidad: no de una moral determinada, sino de la condición ética del ser humano y del fenómeno de moralidad en general.
Es vigente el proyecto de lograr la ética griega de la felicidad, reconciliada con la vida, opuesta a las morales del sufrimiento, del deber por el deber o de la angustia ante la muerte y ante la propia libertad; se requiere así, no sólo fundamentar la libertad y la confianza en la dignidad del ser humano, sino buscar la íntima conciliación entre dignidad y felicidad, entre virtud y placer.
La condición humana es la última explicación de la condición ética. Las morales pueden cambiar y el ser humano puede dar contenidos distintos a lo que considera bueno o malo, mejor o peor, valioso o no valioso. Lo que no varía y es una nota permanente de la naturaleza humana es su necesidad de distinguir y valorar éticamente. La eticidad es lo universal y constitutivo de las diferentes morales, sean cuales sean. Lo que es inalterable y base de la creación de diversas tablas de valor es la no-indiferencia misma, la no-amoralidad, como característica distintiva del ser humano y como motor efectivo de la creación de las morales. La no indiferencia es la esencia de la eticidad.
Frente por la Cultura Laica
Busca la colección completa de Cortos de Laica en la siguiente dirección:
http://www.libertadeslaicas.org.mx/paginas/Enciclopedia/EncicloCortosLaica.htm
Los Cortos de Laica como Estampas Laicas:
http://www.17.edu.mx/index.php?cont=85
Otra versión se halla en una interesante página publicada en Lima, Perú: http://www.cuerpoyderechos.info/home/seccion_detalle.php?ID=61
No hay comentarios:
Publicar un comentario