lunes, septiembre 08, 2008

“Anestesia emocional” impide a hombres mostrar miedos y tristezas

*La ira, única vía que conocen para manejar su agresividad, dice experta

*Añade que la violencia de género ocurre en todos los estratos sociales

*Se requieren espacios de reflexión, señala

México DF, septiembre 8 de 2008 (Mario Alberto Reyes/ NotieSe).- Como consecuencia de la “anestesia emocional” que impide a los hombres “conectar” más con sus emociones y así mostrar sus miedos y tristezas, la única vía que conocen para manejar su agresividad es la ira, lo que generalmente repercute en hechos de violencia de género, señaló la psicóloga Zoraida Meléndez Zermeño.

Al participar en el Seminario Permanente de Violencia Familiar en el Distrito Federal, Meléndez Zermeño explicó que la violencia de género es cualquier acto que involucra fuerza o coerción para perpetuar y promover relaciones jerárquicas entre hombres y mujeres

Añadió que la agresividad es una capacidad innata presente en todos los seres vivos que sirve como herramienta de defensa y adaptación, sin embargo, cuando es utilizada para ejercer poder y control, se convierte en violencia que vulnera los derechos humanos de las personas.

La también integrante del Programa de Sexualidad Humana de la Facultad de Psicología de la UNAM, comentó que la violencia de género ocurre en todos los estratos sociales, incluso en mayor medida en los sectores donde las mujeres tienen mayor grado de educación y poder de compra, pues “es un problema multifactorial y relacionado con las creencias de cómo deben ser los hombres”.

Durante su ponencia titulada Violencia de género en el ámbito público y privado: formas y expresiones, la psicóloga indicó la existencia de estudios que revelan historias de violencia y abusos sexuales en los hombres que ejercen maltrato físico y emocional hacia sus parejas.

“El tema hasta hace poco era tabú, porque había quienes pensaban que únicamente se quería disculpar a los hombres violentos con el argumento de que era una enfermedad. Esta idea fue fuertemente promovida por los grupos conservadores”.

Entrevistada tras su participación en el auditorio del Instituto de Investigaciones Antropológicas de la UNAM, Meléndez Zermeño explicó que fue hasta 1993 cuando en una asamblea de las Naciones Unidas se comenzó a hablar de este tipo de violencia, que en una primera etapa sólo se relacionaba con la violencia ejercida por los varones, sin tomar en cuenta otras como la doméstica y la del noviazgo.

Dijo que para los expertos la violencia de género es un problema que “va en cascada”, sobre todo en el ámbito privado como el hogar, donde hasta hace poco iniciaron acciones de atención y prevención porque el Estado veía a la familia como un espacio en el que no pasaba nada.

“Generalmente es el hombre quien maltrata a la mujer, después ella ejerce violencia contra los hijos y es ahí en donde el varón aprende a ser el mayor generador de violencia, también es socializado para la competencia. En un esquema de jerarquías se le repite que debe poder más que los otros. Hay altísimos niveles de competencia y si a eso sumamos las inhabilidades que tienen para manejar su agresividad, da como resultado a la ira como única vía para mostrar emociones”.

Respecto a las estrategias para combatir la violencia de género, Zoraida Meléndez explicó que las políticas públicas generadas hasta el momento han sido insuficientes, pues más que el endurecimiento de las leyes, se requieren espacios de reflexión y autoconocimiento que promuevan otras formas de vivir la masculinidad.

“Mayoritariamente los hombres que ejercen más violencia contra las mujeres son los papás, los novios, los hermanos, los jefes y los compañeros de trabajo, es decir, el maltrato proviene de quienes conviven a diario con ellas y con quienes tienen vínculos afectivos, de amor o de expectativas emocionales”.

Por último, la experta reiteró la necesidad de continuar con las campañas de sensibilización dirigidas a los funcionarios públicos y tomadores de decisiones que contribuyan a erradicar este tipo de violencia.

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