viernes, marzo 14, 2008

A un año de la Ley de Sociedades de Convivencia

Por Leonardo Bastida A. y Cristian Rea Tizcareño

En noviembre de 2006 la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF) aprobó la Ley de Sociedades de Convivencia (LSC) con 43 votos a favor, 17 en contra y 5 abstenciones. Esto, tras casi seis años de una intensa discusión pública de la sociedad civil organizada con legisladores y legisladoras locales, gobernantes de la ciudad de México y un amplio sector de intelectuales y especialistas en temas de demográficos y jurídicos.

La LSC contempla que dos personas con capacidad jurídica plena deciden establecer relaciones de convivencia en un hogar común, con voluntad de permanencia y ayuda mutua.

Cuatro meses después de su aprobación, es decir, el 16 de marzo de 2007, entró en vigor dicha figura jurídica en la capital de la República. A un año de distancia, se han registrado 304 uniones, dato que se desprende de diversas solicitudes de información que NotieSe interpuso en las 16 delegaciones políticas y el Gobierno de la Ciudad de México, vía el Instituto de Acceso a la Información Pública del DF.

Tales cifras arrojan que la demarcación con mayor número de registros es Cuauhtémoc, con 59; le siguen Iztapalapa, con 46; Benito Juárez, 38; Gustavo A. Madero, 30; Coyoacán, 29; Venustiano Carranza, 19; Miguel Hidalgo, 17; Iztacalco, 16; Tlalpan, 15; Álvaro Obregón, 12; Azcapotzalco, siete; Magdalena Contreras, cinco; Cuajimalpa, cuatro; Xochimilco, dos; Tláhuac, dos, y en Milpa Alta aún no se ha firmado un convenio de este tipo.

Según el Archivo General de Notarías del DF, más del 42 por ciento de las personas que han efectuado una sociedad de convivencia son mujeres, más del 57 por ciento pertenecen al sexo masculino.

En cuanto a la conformación de parejas, alrededor del cuatro por ciento están constituidas por personas de diferente sexo; mientras que cerca del 95 por ciento son del mismo sexo.

Asimismo, sólo 22 convivientes pertenecen a la tercera edad; 143 son originarios de otras entidades del país, y 19 convivencias se han establecido entre un extranjero y un mexicano.

A un año de distancia se ha registrado una disolución, un conviviente ha quedado viudo (Hector Herrera, compañero del dramaturgo Emilio Carballido), y 300 parejas están unidas bajo esta ley.

Sociedades de Convivencia y la iniciativa privada

Hasta la fecha, instituciones bancarias como Banamex, Banorte y BBVA Bancomer contemplan dentro de sus créditos hipotecarios, derechos patrimoniales para quienes llevan a cabo una sociedad de convivencia.

Al respecto, Lol Kin Castañeda Badillo, presidenta de la organización civil Comité Orgullo México –que organiza la marcha gay cada año-, comentó a NotieSe que “empezamos a avanzar con pasos firmes rumbo al reconocimiento pleno de nuestros derechos. Se esta avanzando en toda la sociedad y no solamente en algunos sectores. Es en ese sentido que los bancos saben que nuestra comunidad lésbico, gay, bisexual, travesti, transexual y transgénero (LGBT) es una comunidad ávida de hacerse llegar de recursos y de poder gozar de los beneficios que tiene cualquier otra pareja de nuestro país”.

Además, consideró que estas medidas ayudan a quitar el estigma que prevalece en la sociedad mexicana. “Somos parejas que estamos construyendo un patrimonio en la medida de nuestras posibilidades. Tenemos el aval para que nos otorguen crédito como a todos los demás. A mi me parece que lo que está destruyendo este tipo de programas -beneficios compartidos en materia de crédito- es la discriminación”.

Los hechos
En fechas recientes, NotieSe pidió información a las instituciones bancarias que reconocen la LSC. En este sentido, Banamex respondió que para una solicitud de crédito, los convivientes tienen que llenar un cuestionario médico, así como mostrar identificación oficial, acta de nacimiento, comprobante de domicilio, comprobante de ingresos, recibos de nómina, estados de cuenta y el acta de sociedad de convivencia. Por su parte, Banorte y BBVA Bancomer indicaron que sí se reconocía la sociedad de convivencia pero como concubinato.

Asimismo, ciertas tiendas departamentales reconocen la LSC. Por ejemplo, Sears, la cual permite que quienes deciden enlazarse bajo esta forma jurídica puedan abrir una mesa de regalos; sin embargo, por ser novedosas las uniones legales entre personas del mismo sexo, es necesario que se hagan algunos ajustes a la forma tradicional de brindar tal servicio y darles un trato respetuoso y amable a quienes soliciten dicho servicio, informaron empleados de dicha tienda departamental.

En tanto, el Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores (Infonavit) sólo permite ejercer créditos conjuntos a matrimonios; aunque, según el portal de noticias CNNExpansión, los funcionarios de este organismo ya estudian la posibilidad de incluir a personas que viven en concubinato y sociedades de convivencia.

Los pendientes
Si bien, han ocurrido ciertos avances en relación a los derechos humanos de las personas que deciden compartir su vida sin tener parentesco sanguíneo o matrimonial, aún quedan pendientes fundamentales, por ejemplo, el reconocimiento de la LSC en materia de seguridad social a nivel federal.

Tan sólo en diciembre del año pasado, la iniciativa de ley federal que beneficiaría y permitiría a las personas unidas bajo la figura de Sociedad de Convivencia o Pacto Civil de Solidaridad obtener derechos en materia de seguridad social fue sacada de la agenda legislativa de San Lázaro.

En este sentido, la activista Lol Kin Castañeda argumentó que “los derechos laborales son derechos ya ganados. No estamos pidiendo que se nos reconozca nada extraordinario. Cualquier trabajador o trabajadora en este país tiene derecho a la seguridad social, es decir, aguinaldo, vacaciones, préstamos y lo que ello conlleva. No se me ocurre pensar que alguna institución laboral dijera ‘ahora el aguinaldo sólo se le va a otorgar a las familias que lo puedan acreditar y que tengan dos hijos’, como es el esquema que se pretende institucionalizar”.

Por lo pronto, hoy día en la Cámara de Diputados se gesta una nueva iniciativa para reconocer la seguridad social a las parejas del mismo sexo. Para ello, un grupo plural de diputados y diputadas pretende reformar la Ley General de Salud, la Ley del Seguro Social, la Ley del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado, la Ley Federal del Trabajo y la Ley del Instituto de Seguridad Social para las Fuerzas Armadas Mexicanas.

Según la activista, la aprobación de la LSC ha brindado beneficios latentes a la comunidad LGBT; sin embargo, aún quedan muchos aspectos por mejorar e incluir en futuras legislaciones para lograr una equidad en todos los ámbitos.

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